viernes, 12 de noviembre de 2010

EL REY QUE NO QUERÍA BAÑARSE

Esta es una historia contada por una esponja de baño.

Hace muchísimo tiempo, cuando la guerra era un oficio de reyes, salían a pelear y volvían años más tarde, sucios y cansados. Esto le sucedió al rey Vigildo, que una mañana partió para la batalla y regresó veinte años más tarde, cansado y adolorido.

La reina Inés lo recibió con el baño pronto, pero cuando llegó el momento de bañarse, el rey no quiso saber nada.

Todos quedaron petrificados ante la negativa.

- ¿Cuál es el problema, Majestad?- preguntó el chambelán- ¿El agua está muy caliente, el jabón frío, la bañera muy profunda?

- No, que no. Pero no me voy a bañar.- contestó el rey.

No hubo manera de convencerlo. Intentaron forzarlo, pero hizo un gran escándalo.

La reina intentó que al menos, se cambiara las medias. Era buena hora, luego de veinte años.

Todos estaban intrigados y deseaban saber qué ocurría. Lo acosaron con preguntas durante días. Hasta que finalmente, el rey confesó:

- Extraño el campo de batalla. Estuve demasiado tiempo de guerra, me sentiría ridículo y aburrido dentro de una bañera. ¿Qué clase de rey guerrero sería? Más bien, parecería un guisante remojado.

La familia se puso a buscar una solución, hasta que al viejo chambelán se le ocurrió una buena idea. Mandaron fabricar una fortaleza, barcos, soldaditos y algunos dragones, para poner en la bañera del rey.

Vigildo estaba encantado y no dudó en meterse al agua. Comandaba sus ejércitos de juguete a viva voz. Daba órdenes y planeaba estrategias, mientras su campo de batalla flotaba sobre el jabón.

Eso es lo que cuenta la esponja. También dice, que desde esa época, quedó la costumbre de colocar juguetes en la bañera, para que los niños tengan con qué entretenerse a la hora del baño, para que nunca se aburran.
Ema Wolf

GATOPATO Y LA PRINCESA MONILDA

Y aqui se cuenta la maravillosa historia del Gatopato y la princesa Monilda

Una vez,en el bosque de Gululu,aparecio un Gatopato.
¿Como era?
Bueno,con pico de pato y cola de gato.Con un poco de plumas
y otro poco de pelo.Y tenia cuatro patas,pero en las cuatro calzaba
zapatones de pato.
¿Y como hablaba?
Lunes,miercoles y viernes decia miau.
Martes,jueves y sabados decia cuac.
¿Y los domingos?
Los domingos,el pobre Gatopato se quedaba turulato sin saber que decir.
Una mañana calurosa tuvo ganas de darse un baño
y fue hasta la laguna de Gululu.
Toda la pateria lo recibio indignada.
-¿Que es esto?-decian los patos-,¿un pato con cola de gato?
Y como era lunes,el Gatopato contesto miau.
¡Imaginense!
¿Se imaginaron?
Los patos se reunieron en patota y le pidieron amablemente que se marchara,
porque los gatos suelen dañar a los patitos.
Y el obre Gatopato se fue muy callado,porque si protestaba le iba a salir otro miau.
Camino hasta un rincon del bosque donde los gatos estaban en
asamblea de ronron,al solsito.
Y como el Gatopato los saludo diciendo miau,lo dejaron estar un rato con ellos,
pero sin dejar de mirarlo fijamente y con desconfianza.
El pobre Gatopato se sintio muy incomodo entre gente tan distinguida.
Muchos dias paso el pobre completamente turulato y llorando
a cada rato adentro de un zapato.Hasta que una tarde paso por el bosque
la princesa Monilda,toda vestida de organdi,
y lo vio,llorando sin consuelo,a la sombra de un mani.
-¡Que presioso Gatopato!-dijo la princesa.
-¿De veras te parezco lindo,Princesa?-pregunto el Gatopato ilusionado.
-¿Precioso,ya te dije!-contesto la princesa.
-Sin embargo,aqui en el bosque nadie me quiere-se lamento el Gatopato.
-Si quieres,yo te puedo querer-le dijo la princesa cariñosa.
-Si,quiero que me quieras-dijo el Gatopato-,siempre que tu quieras
que yo quiera que me quieras,Princesa.
-Yo si que quiero que quieras que yo te quiera-respondio la Princesa.
-¡Que suerte!-dijo Gatopato.
-Hacia años que queria tener un Gatopato en mi palacio,.dijo la Princesa.
Y lo alzo delicadamente,le hizo mimos y se lo llevo al palacio,
donde el Gatopato jugo,trabajo,estudio y finalmente se caso con una sabia Gatapata.
La princesa cuido a toda la familia Gatipatil,dandoles todos los dias una rica
papilla de tapioca con crema Chantilly.
Y todos vivieron felices hasta la edad de 99 años y pico.

Y de este modo tan grato
se acaba el cuento del Gatopato.


María Elena Walsh

LOS SUEÑOS DEL SAPO

Una tarde un sapo dijo:

- Esta noche voy a soñar que soy árbol.

Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva. Era feliz; iba a ser árbol esa noche.

Todavía andaba el sol girando en la vereda del molino. Estuvo largo rato mirando el cielo. Después bajó a la cueva, cerró los ojos y se quedó dormido.

Esa noche el sapo soñó que era árbol.

A la mañana siguiente contó su sueño. Mas de cien sapos lo escucharon:

- Anoche fui árbol - dijo -, un álamo. Estaba cerca de unos paraísos. Tenía nidos. Tenía raíces hondas y muchos brazos como alas, pero no podía volar. Era un tronco delgado y alto que subía. Creí que caminaba, pero era el otoño llevándome las hojas. Creí que lloraba, pero era la lluvia. Siempre estaba en el mismo sitio, subiendo, con las raíces sedientas y profundas. No me gustó ser árbol.

El sapo se fue, llegó a la huerta y se quedó descansando debajo de una hoja de acelga.

Esa tarde el sapo dijo:

- Esta noche voy a soñar que soy río.

Al día siguiente contó su sueño. Más de doscientos sapos formaron rueda para oírlo.

- Fui río anoche - dijo-. A ambos lados, lejos tenía las riberas. No podía escucharme. Iba llevando barcos. Los llevaba y los traía. Eran siempre los mismos pañuelos en el puerto. la misma prisa por partir, la misma prisa por llegar. Descubrí que los barcos llevan a los que se quedan. Descubrí también que el río es agua que está quieta, es la espuma que anda; y que el río siempre está callado, es un largo silencio que busca orillas, la tierra, para descansar. Su música cabe en las manos de un niño; sube y baja por las espirales de un caracol. Fue una lástima. No vi una sola sirena; siempre vi peces, nada más que peces. No me gustó ser río.

Y el sapo se fue, volvió a la huerta y descansó entre cuatro palitos que señalaban los límites del perejil.

Esa tarde el sapo dijo:

- Esta noche voy a soñar que soy caballo.

Y al día siguiente contó su sueño. Más de trescientos sapos lo escucharon. Algunos vinieron de muy lejos para oírlo.

- Fui caballo anoche - dijo-. Un hermoso caballo. Tenía riendas. Iba llevando un hombre que huía. Iba por un camino largo. Crucé un puente, un pantano; toda la pampa bajo el látigo. Oía latir el corazón del hombre que me castigaba. Bebí en un arroyo. Vi mis ojos de caballo en el agua. Me ataron a un poste. Después vi una estrella grande en el cielo; después el sol; después un pájaro se posó sobre mi lomo. No me gustó ser caballo.

Otra noche soñó que era viento. Y al día siguiente dijo:

- No me gustó ser viento.

Soñó que era luciérnaga, y dijo al día siguiente:

- No me gustó ser luciérnaga.

Después soñó que era nube, y dijo:

- No me gustó ser nube.

Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua.

-¿Por qué estás tan contento? - le preguntron.

Y el sapo respondió.

- Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era sapo.

Javier Villafañe

miércoles, 10 de octubre de 2007

Literatura para los más chiquitos, es un sitio creado para que los más pequeños descubran el fantástico mundo de la literatura.



Los cuentos clásicos, los cuentos maravillosos, los que nos contaron en nuestra niñez, los que leímos cuando empezamos a deletrear las primeras palabras, siguen perdurando a través del tiempo.





La poesía está presente en la vida del niño. Los niños se duermen con poesía, aprenden las partes de su cuerpo con poesía, juegan con poesía, comen con poesía, se van a la cama con poesía.



Nanas, adivinanzas, trabalenguas..rodean al niño en sus primeros años, contribuyendo a su educación estética y al desarrollo de su sensibilidad



Que disfrutes mucho de nuestra página.
María, Beatriz y Elizabet

Recomendaciones

La Biblioteca del Ratón es una biblioteca especializada en libros para chicos y jóvenes.
Funciona en el barrio de Caballito, dos veces por semana a la tarde y también, en horario escolar, es visitada por grupos de nivel Inicial y EGB, con material muy bueno e interesante para todos los niños.

Si querés conocerla, visitá: http://www.magicaweb.com/raton

martes, 9 de octubre de 2007

NOTICUENTOS

Los cuentos desarrollan la imaginación, palabras como “Había una vez o Érase una vez”.... provocan efectos mágicos.
Te invitamos al transitar por el mundo de los cuentos.....

Y si querés disfrutar de tus cuentos favoritos....
conectate con http://cuentos.blogspot.es/1150627740/

Había una vez...

CENICIENTA

Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda impertinente con dos hijas muy feas. Era ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta.

Un día el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino.

Tú Cenicienta, no irás -dijo la madrastra-. Te quedarás en casa fregando el suelo y preparando la cena para cuando volvamos.

Llegó el día del baile y Cenicienta apesadumbrada vio partir a sus hermanastras hacia el Palacio Real. Cuando se encontró sola en la cocina no pudo reprimir sus sollozos.

- ¿Por qué seré tan desgraciada? -exclamó-. De pronto se le apareció su Hada Madrina.
- No te preocupes -exclamó el Hada-. Tu también podrás ir al baile, pero con una condición, que cuando el reloj de Palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin falta. Y tocándola con su varita mágica la transformó en una maravillosa joven.


La llegada de Cenicienta al Palacio causó honda admiración. Al entrar en la sala de baile, el Rey quedó tan prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quién sería aquella joven.

En medio de tanta felicidad Cenicienta oyó sonar en el reloj de Palacio las doce.
- ¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! -exclamó-.

Como una exhalación atravesó el salón y bajó la escalinata perdiendo en su huída un zapato, que el Rey recogió asombrado.

Para encontrar a la bella joven, el Rey ideó un plan. Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el Reino. Las doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien el zapatito.

Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro está que sus hermanastras no pudieron calzar el zapato, pero cuando se lo puso Cenicienta vieron con estupor que le estaba perfecto.
Y así sucedió que el Príncipe se casó con la joven y vivieron muy felices.


FIN

PINOCHO


Erase una vez un hombre ancianito de nombre Geppetto
muy bueno y cariñoso, que vivía solo, su arte era trabajar
muy bien la madera, vivía en Italia, mas precisamente en
Florencia, y como se encontraba muy solo un buen día
decidió hacer un lindo muñeco de madera.

Una tarde comenzó a tallar dicho muñeco, y cuando ya estaba
terminando los últimos retoques comenzó a pensar con que
nombre llamaría a ese muñeco de madera, y pensó.. pensó..
y por fin dijo es tan hermoso que lo llamaré Pinocho, pero
mientras le ponía el nombre soñaba que algún día pudiera
ser un hijo de verdad, de carne y hueso.

Aquella noche mientras misma noche y mientras Geppeto
dormía profundamente entusiasmado con su obra, apareció
un Hada buena a la carpintería del anciano para ver la obra
ya terminada, quedo muy contenta de ver el trabajo hecho
por Geppetto y sabiendo los deseos de este buen hombre dio
vida a aquel muñeco para hacer un hermoso regalo a la vida
del aquel anciano.

Como Geppetto quería que Pinocho fuera un niño inteligente,
muy pronto lo envió a la escuela para que le enseñen todo
lo que él no podía dado los años que ya tenia.

Pinocho como era muy alegre enseguida se hizo amigo de
un grillo que se llamaba Pepito.
El grillo era muy bueno y podía ayudar a Pinocho a hacer
los deberes y a comportarse bien, pero Pinocho se hizo amigo
de dos chicos muy malos y en lugar de ir a la escuela y escuchar
los buenos consejos de su amigo el grillo, iba con los otros a
realizar toda clase de travesuras y así faltaba día tras día a la
escuela.

Pinocho un día de fue de casa en busca de nuevas aventuras,
y como no había aprendido nada porque no iba a la escuela le
crecieron unas grandes orejas de burro, y aparte era muy mentiroso
y cada vez que decía una mentira, le iba creciendo la nariz.

Un día el grillo estaba leyendo un diario y allí se entera que el
pobre Geppetto había salido a buscar al que consideraba su hijo
en un pequeño bote y como el mar estaba muy agitado no podía
dominar el bote hasta que a punto de hundirse apareció una enorme
ballena que se tragó al bote con Geppeto adentro.

Cuando Pinocho se enteró que por su culpa su papá había sido tragado por una ballena, con el fiel grillo salieron desesperados en
busca de Geppeto y así poder rescatarlo.

Cuando Pinocho vio la ballena y pensando que su papá estaba
adentro sintió una grande angustia pero la ballena no lo pensó dos
veces y también se tragó a Pinocho y a Pepe el grillo.

¡Que alegría y pena al mismo tiempo sintieron padre e hijo, ya que
por una parte se habían encontrado y por otra estaban en graves
dificultades dentro del pez!.

El grillo estaba pensando como salir de allí y de repente dijo:

¡Ya sé, tengo una idea!Hagamos una buena fogata....

con el calor y el fuego la ballena estornudó fuertemente y el bote
salió fuertemente con los tres tripulantes.

Luego de semejante experiencia y de muchas otras travesuras
más de Pinocho que es largo de contar, volvieron a la casa,
y fue tal el susto que había tenido Pinocho que prometió desde
ese momento comportarse muy bien y concurrir todos los días
a la escuela para poder ser un chico bueno e inteligente.

Viendo el Hada Madrina que de verdad Pinocho había cambiado
y ahora obedecía a su papa y era buen estudiante en recompensa
a su cambio tan hermoso lo convirtió en un chico de carne y hueso para la alegría de Pinocho pero en especial para Geppetto,
que ahora si tenia al hijo tan amado.

Y Pinocho siguió siendo un chico bueno y amaba mucho a su padre.

FIN

sábado, 6 de octubre de 2007

Video Cuentos Tradicionales

Caperucita Roja


Blancanieves

POEMAS

Otoño
(Laura Devetach)


El león ruge.
Rodando llega el otoño
sobre ruedas de tres O
las uvas y las manzanas
dejan pálido al melón.
La vaca muge.
Rodando pasa el otoño
con muy pocas golondrinas.
Chisporrotean fueguitos
madurando mandarinas.
El león ruge
la vaca muge
el secreto del otoño
se descubre porque cruje.


(Marta Giménez Pastor)

Por un camino largo
color abano
juntando margaritas
se va el verano,
y se quedan los duendes,
abril y mayo,
haciendo los deberes
sobre un zapallo.

Estos poemas los leímos en: